martes, 17 de noviembre de 2009

Principales edificios del Foro Romano y los Foros Imperiales

El templo romano, era un lugar de culto a los dioses en la Antigua Roma. A través de los años fue modificando su estructura que en su origen tenía una base entre la cella o templo etrusco y el pórtico de columnas del templo griego.



Basicamente es originario de las ideas conjuntas entre los templos etrusco y griego con planta rectangular y que difiere en el orden toscano descrito por Vitrubio que era cuadrado sobre un zócalo al que se accedía por una escalera anterior o podium.


No todos los templos romanos siguen la misma estructura sino que dependiendo de la zona pueden variar en su estructura, sobre todo en Oriente.
Los de planta rectangular son los más comunes como el Templo de César en el foro de Roma levantado en el lugar donde se incineró su cuerpo. Poseía un podium que en la parte delantera miraba al foro y formaba una tribuna. A través de dos escaleras se ascendía al templo hexástilo y próstilo.

También se conserva en perfecto estado la Maison Carrée en Nimes, hexástilo y pseudo-períptero corintio16 a. C. La obra fue patrocinada por Agripa en honor de su suegro Augusto, su esposa Livia y sus hijos Cayo y Lucio. que data del año
Otro tipo de templo es el de planta circular como los templos de Vesta que tienen similitud con las antiguas cabañas romanas. Otro claro ejemplo de planta circular es el templete de Baalbek, con pronaos tetrástiloPanteón de Agripa. En él puede leerse: pero destaca sobre todo el
M.AGRIPPA.L.F.COS.TERTIVM.FECIT
Marco Agrippa, hijo de Lucio, cónsul por tercera vez, (lo) hizo
Esta es la inscripción que puede leerse en el friso del pórtico de entrada. Atribuye la construcción del edificio a Marco Vipsanio Agripa, amigo y general del emperador Augusto. El tercer consulado de Agrippa, nos indica el año 27 a. C. Además, Dión Casio lo encuadra en las obras realizadas por Agrippa en la zona de Roma conocida como el campo de Marte en 25 a. C. En tiempos de Adriano el edificio fue enteramente reconstruido, su nombre no aparece en las inscripciones debido al rechazo de este emperador a que su nombre figurase en las obras llevadas a cabo bajo su mandato. La inserción de una amplia sala redonda adosada al pórtico de un templo clásico es una innovación en la arquitectura romana. El modelo de espacio circular cubierto por una bóveda se había utilizado por la misma época en las grandes salas termales, pero era una novedad usarlo en un templo. El efecto de sorpresa al cruzar el umbral de la puerta debía ser notable. La construcción de una cúpula semiesférica sobre un tambor circular, era típico de la arquitectura de la época.
Otros capitolios se han hallado en Timgad (Argelia), Pompeya, Sbeitla (Túnez), y otros lugares del Imperio.

Otros tipos de arquitectura en los templos romanos se pueden observar con rasgos orientales como los de Cibeles, Isis y Sarapis además de los realizados en el Mar Mediterráneo dedicados a Mitra, con instalaciones para el sacrificio del toro y todo tipo de figuras relacionadas con el toro y el dios. Además en ÁfricaTanit) en Dugga (Túnez).
 

Templo de Venus y Roma




Templo de Venus y Roma 





Templo de Venus y Roma


El Templo de Venus y Roma (Latín: Templum Veneris et Romae) se sitúa en el extremo oriental del Foro Romano, cerca del Coliseo. Era uno de los templos más grandes de Roma y estaba dedicado a las deidades Venus y Roma. Fue construido por el emperador romano Adriano, que empezó su construcción en 121. Fue inaugurado catorce años más tarde, en 135, pero no fue terminado totalmente hasta el año 141 por Antonino Pío.
Adriano lo construyó sobre los restos del Domus Aurea de Nerón y fue necesario mover la estatua gigante de Nerón, el Coloso de Nerón, que fue situada al lado del Anfiteatro Flavio, también llamado Coliseo, que recibe su nombre de esa estatua. El arquitecto favorito de Adriano, Apolodoro de Damasco, se burló del tamaño de las estatuas de este templo, lo que provocó la ira del emperador, que lo mandó a exiliar y luego ejecutar.
Sufrió un incendio en 307 y fue restaurado por el emperador Majencio. Esta restauración cambió el diseño original introduciendo exedrae, nichos semicirculares, en la parte trasera de cada cela y pavimentando el suelo con mármoles policromados.También sufrió otra restauración, en tiempos de Flavio Eugenio, entre 392 y 394.
Fue destruido por un incendio a principios en el siglo IX y convertido en una iglesia,Santa María Nova, por el papa León IV en 850. En 1615 sufrió otra restauración y pasó a llamarse Santa Francesca Romana.

Era de grandes proporciones, 145 metros de longitud y 100 metros de ancho. El templo consistía en dos celas principales que contenían, respectivamente, a cada una de las dos diosas a las que este templo está dedicado. Las celas estaban dispuestas simétricamente, la que contenía la estatua de Roma, dirigida al oeste y la de Venus al este. A la entrada de cada cela se situaban cuatro columnas.

El lado oeste y el lado este poseían diez columnas (decástilo) y el lado norte y el sur poseían dieciocho columnas, todas ellas de 1,8 metros de ancho y corintias.
Adriano introdujo unas inscripciones nombrando a las respectivas deidades, en la que destaca la palabra amor, ya que Venus era la diosa del amor y amor es Roma escrito al revés produciendo un efecto simétrico.
Actualmente se conserva en un buen estado, conservándose parte del edificio.


Templo de Saturno

El Templo de Saturno (en latín Templum Saturni o Aedes Saturnus) es un monumento dedicado a la deidad agrícola Saturno que se erige en el extremo occidental del Foro Romano en Roma. Representa los cimientos más antiguos conservados en la zona, construido entre 501 y 498 a. C. Algunas fuentes lo atribuyen al rey Lucio Tarquinio el Soberbio y otras a Lucio Furio, si bien esta última dedicación podría corresponder a una reconstrucción hecha tras el incendio por parte de los galos (principios del siglo IV a. C.).
También era llamado Aerarium (‘erario’) porque en él se guardaba el tesoro nacional romano. El templo marca el comienzo del Clivus Capitolinus, el antiguo camino que llevaba a la cima del monte Capitolino.

Las actuales ruinas corresponden a la tercera edificación del Templo de Saturno, que reemplaza a la segunda, destruida en el incendio del año 283.
Según las fuentes, la estatua del dios en su interior, cubierta y provista de una guadaña, era de madera y se rellenaba de aceite. Las piernas se cubrían con tallos de lino que sólo se retiraban el 17 de diciembre, día de la Saturnalia.

Aunque dedicado al dios Saturno, el principal uso del templo era servir de sede al tesoro del Imperio Romano (aerarium), almacenando las reservas de oro y plata. También albergaba los archivos estatales, las insignias y la escala oficial para el peso de metales. Más tarde el aerarium fue trasladado a un edificio frente a él, mientras los archivos se mudaron al cercano Tabularium. El podio del templo, recubierto de travertino, se usó como soporte para carteles.
El derrumbe gradual no ha dejado más que los restos del pórtico frontal en pie, pero las ocho columnasfrontón parcialmente intacto (con la inscripción Senatus Populusque Romanus incendio consumptum restituit, ‘El Senado y el Pueblo de Roma restauró lo que el fuego había consumido’) representan una de las imágenes icónicas de la herencia arquitectónica de la antigua Roma.


Templo de las Vestales






Data de principios del siglo VII a.e.c. pero su aspecto actual corresponde a la última restauración llevada a cabo por Séptimo Severo tras el incendio del 191. El templo de las Vírgenes Vestales, era de planta circular como representación de la antigua choza.Está formado por una cela rodeada de veinte columnas corintias, levantada sobre un podio revestido de mármol, al se accedía mediante una escalinata. En el se custodiaba el fuego sagrado símbolo de la vida de la ciudad. Seis sacerdotisa elegidas entre las familias más nobles, estaban obligadas a 30 años de sacerdocio. Tenían voto de castidad. Estaba situado en el Foro Romano y era uno de los templos más importante de Roma, desde el punto de vista religioso. Originalmente constaba de cuatro plantas con habitaciones alrededor del patio, en el que las sacerdotisas mantenían viva la llama del Templo de Vesta que se encontraba al fondo del patio. Del edificio se conserva poco pero destacan los mosaicos del suelo en el patio alrededor de la piscina.
Junto al templo se ubicaban las Casa de las vestales.


Templo de Cástor y Pólux




Durante la batalla del Lago Regilo entre romanos y latinos en el 496 a. C. el dictador, Aulo Postumio Albino hizo voto de consagrar un templo a Cástor y Pólux. En la batalla se había visto a dos jóvenes luchando de parte de los romanos. Aquella misma tarde de la victoria también se les vio abrevando sus caballos en la fuente Yuturna y anunciaron a los romanos la victoria alcanzada, desapareciendo luego; se les identificó con los Dioscuros. En el lugar de esa aparición se construyó el templo ofrecido por A. Postumio y dedicado por su hijo en el 484 a. C.
Fue reconstruido y embellecido en varias ocasiones, en el 117 a. C. por el cónsul Lucio Cecilio Metello Diademato, elevándose el podio en el 73 a. C. por Gayo Verres, gobernador de Sicilia y también en época de Augusto, tras un incendio en el 14 a. C., finalizándose en el 6.
El templo era períptero (pórticos columnados en el perímetro exterior de la cella), octastilo (ocho columnas en el frente) y con once columnas en los lados mayores en orden corintio. El podio mide unos 50 metros de largo por 30 de ancho y tenía unos 7 metros de altura, construido en mampostería y originalmente revestido con toba, que después fue retirada y reutilizada en otras construcciones. Tres de las columnas han sobrevivido hasta el presente. Se discute si le precedía una escalinata, así figura en la Forma Urbis de época de Septimio Severo, pero no se han hallado restos en las excavaciones. Según una hipótesis, se debieron eliminar para emplazar una de las tres tribunas de oradores que había en el Foro Tria rostra.
Aunque dedicado a los Dioscuros, era más popularmente conocido como Templo de Cástor. Fue en varias ocasiones lugar de reunión del senado.


Templo de Rómulo

El Templo de Rómulo fue identificado durante mucho tiempo como el templo dedicado a Valerio Rómulo, hijo divinizado de Majencio. Hoy se tiende a pensar que es de época constantiniana y que debía estar consagrado a los Penates. El templo original podría haber estado en el área ocupada por la Basílica de Majencio, al construirse ésta, el templo antiguo se emplazó en la vecindad, donde ahora está.
La planta del edificio de ladrillo es circular, con una fachada curvilínea en cuyo centro se abre la entrada, flanqueada por dos columnas de pórfido con bases de travertino y capiteles de mármol que sostiene un alquitrabe del mismo material. La puerta de bronce es la original. A ambos lados del edificio se sitúan cuatro hornacinas y dos salas alargadas y con ábside, precedidas por columnas de mármol veteado que debían alojar las estatuas de los Penates.
En el siglo VI el templo pasó a ser el atrio de la iglesia de los Santos Cosme y Damián, que se levantó en buena parte de lo que era el Foro de la Paz.

Templo de Antonino y Faustina



Es el edificio mejor conservado del Foro Romano. Se abre a la Vía Sacra, al este de la Basílica Emilia, frente a la Regia. Se compone de una cella construida en bloques de tobavolcánica, en origen revestida de mármol veteado, un pronaos de seis columnas de orden corintio en el frente y otras dos en cada lateral, de una altura de unos 17 metros. El friso presenta una decoración de grifos enfrentados y motivos vegetales.
Su construcción fue ordenada por Antonino Pío a la muerte de su esposa Faustina la Mayor en 141 d. C. El emperador a menudo decía que habría preferido vivir con ella en el desierto que sin ella en el palacio. Pocos años después, en el 161, muere el emperador y el Senado, al divinizarlo, consagra el templo a la pareja imperial. En el siglo XI se transformó en la iglesia de "San Lorenzo de Miranda".


Templo de Vespasiano y Tito

El edificio fue erigido por Domiciano en honor de su padre Vespasiano y su hermano Tito divinizados.
Se ubica entre los vecinos templos de Saturno y la Concordia. La falta de espacio se refleja en la expansión más a lo ancho que a lo largo (23x33 metros) y en la anomalía de que la escalinata se encuentre encerrada entre las seis columnas del pronaos, de orden corintio y con una altura de 15,70 metros, tres de las cuales, en el ángulo del edificio, han perdurado hasta la actualidad.






Templo de la Concordia


El Templo de la Concordia en la antigua ciudad de Roma fue el principal templo de la ciudad dedicado a la diosa de la Concordia. Se encontraba en el extremo occidental del Foro Romano. Puede que en origen se remontara al siglo VI a. C., pero no hay acuerdo sobre su datación exacta. Fue destruido y restaurado varias veces a lo largo de su historia, y su última restauración, entre los años 7 y 10 a. C. bajo el emperador romano Tiberio, está descrito por Plinio el Viejo en su Historia Natural.
La historia del templo se remonta a las luchas civiles del principio de la República. Para celebrar la pacificación entre patricios y plebeyos tras la aprobación de las leyes Licinias en 367 a. C., el Senado ordena la construcción del templo en honor de la Concordia que Marco Furio Camilo había prometido si la paz se restablecía.
Una primera reedificación se debe en 121 a. C. al cónsul Lucio Opimio (quien también habría mandado edificar la Basílica Opimia en su vecindad), tras el asesinato de Cayo Graco
Tiberio reconstruyo el templo entre los años 7 a. C. y 10 d. C., esta reconstrucción es que ha conservado, que tiene la curiosidad (compartida con el vecino templo de Vespasiano y Tito) de tener una cella más ancha que larga (45x25 metros), sobre un podio con escalinata de acceso central precedida por un pronaos de seis columnas corintias.
En este edificio se celebraron algunas reuniones del Senado. Tiberio albergó en el pinturas y esculturas griegas.

Basílica Emilia


Edificada por los censores M. Fulvio Nobilior y Marco Emilio Lépido en el 179 a. C. y por ello entonces llamada Basílica Æmilia et Fvlvia detrás de las Tabernae novae luego desaparecidas, rodeándola de tiendas que alquiló a particulares. Fue reconstruida en varias ocasiones, sobre todo por miembros de la gens Emilia la primera en el 78 a. C. por el cónsul Marco Emilio Lépido, por lo que recibió el nombre de Basilica Aemilia. Otra reconstrucción de mayor alcance fue emprendida en el 55 a. C. por el edil curul Lucio Emilio Lépido Paulo, hermano del triunviro Lépido; las obras no acaban hasta el 34 a. C., con el hijo de éste, L. Emilio Lépido Paulo con la ayuda de Julio César.



El edificio se emplaza ahora sobre las Tabernae novae pero un incendio obliga a reconstruirla en 14 a. C. por el mismo L. Emilio Lepido Paulo y Augusto ya en su forma final, decorándose el pórtico y la cella. La última restauración documentada se efectuó tras el incendio del 410, durante el saqueo de Alarico.
La Basílica Emilia está formada por un gran aula de 70 x 29 metros, dividida en naves por hileras de columnas. La nave central, con una longitud de casi 12 metros está flanqueada por una más pequeña al sur y otras dos al norte. El edificio estaba precedido por el lado del foro por un pórtico de dos pisos con dieciséis arcos sobre pilastras. Por detrás del pórtico hay una serie de tabernae entre ellas se abren las tres entradas que dan acceso al aula.

Basílica Julia

Cierra por el lado sur el Foro Romano, limita al oeste con el Vicus Iugarius separándola del templo de Saturno y al este con el Vicus Tuscus que la separa del templo de los Dióscuros.
Fue empezada a construir por Julio César en el 54 a. C., de quien tomó el nombre sobre el espacio antes ocupado por la Basílica Sempronia, erigida en 169 a. C. por Tiberio Sempronio Graco, padre de los tribunos de la plebe Tiberio y Cayo, quien para edificarla habría demolido la casa de Escipión el Africano y algunas tiendas de las Tabernae veteres. Para despejar el solar, César tuvo además que desplazar la tribuna de oradores a la extremidad oeste del Foro Romano. La Basílica Julia fue acabada por Augusto, pero se incendió en el 14 a. C. y fue reconstruida por el mismo emperador que la dedicó a sus hijos adoptivos Cayo y Lucio en el 12. Sufrió un nuevo incendio en época de Carino en 283 y volvió a ser restaurada con Diocleciano. Una última destrucción parcial sucedió con el saqueo de Alarico siendo reconstruida por el prefecto urbano Gabinio Vetio Probiano.
Actuaba como sede del tribunal de los Centunviros, ciento ochenta jueces que eran el total de los cuatro tribunales juntos.
Era de grandes dimensiones (109x48 metros) con una nave central de 82x18 metros en torno a la cual había cuatro naves menores abovedadas en dos pisos y con arcos enmarcados por semicolumnas. La nave central se dividía en cuatro partes por cortinajes o estructuras de madera que cuando se requería se retiraban para dejar el espacio vacío.
En la escalinata del pórtico se encuentran juegos grabados en el mármol blanco como una especie de damas chinas o un círculo dividido en segmentos.

Basílica de Majencio



La Basílica de Majencio estaba situada en el foro de Roma, y fue construida sobre las ruinas del Templo de la Paz de Vespasiano. Era uno de los edificios romanos más importantes destinado a la administración de justicia, y a los tratos comerciales. Su forma y su planta fue copiada en la era cristiana para construir las primeras iglesias. Solía tener una planta de tres naves; una central y dos laterales.
La Basílica de Majencio se inició en el año 306 d.C. bajo el mandato del Emperador Majencio, pero no fue terminada hasta el 312 d.C., ya en el mandato del Emperador Constantino.


La basílica de Majencio se dividía en tres naves, una central y dos laterales.La nave central tenía una altura de 35 metros, 3 metros más que las naves laterales; y 80 metros de largo, además de una anchura mayor que las laterales. Estaba cubierta (la nave central) por bóvedas de arista, que repartían el peso puntualmente a sendos contrafuertes. El espacio entre estos contrafuertes se aprovechó cubriéndose con bóvedas de cañón y acotándose con un muro sin función portante. Estos espacios constituían las naves laterales. Así pues, la estructura de la basílica de Majencio es muraria, y las grandes columnas de mármol tienen una función estrictamente decorativa (la prueba es que han caído, y aún se conservan las ménsulas, o parte de ellas). Como los muros contrafuertes estaban sobredimensionados, se practicaron en ellos huecos, puertas, que permitían el paso por las naves laterales mientras en la nave central se estaban celebrando juicios o reuniones, evitando así el colapso funcional del edificio. La iluminación se producía a través de las ventanas de las naves laterales, y a través de ventanas termales (semicirculares), abiertas estas últimas en la nave central, de mayor altura que las laterales.


Alojaba una estatua colosal de Constantino construida en mármol y bronce dorado. Algunas partes de esta estatua se encuentra en el patio del Palacio de los Conservadores en el Campidoglio de Roma. La decoración principal se concentraba en las columnas de mármol y sobre todo en el artesonado de las bóvedas de cañón. Este artesonado, además de ser decorativo, reducía el peso propio de las bóvedas y hacía la construcción más económica.
Actualmente de las ruinas sigue en pie la pared norte.

El Coliseo
El símbolo de todo un Imperio. Ese es el Coliseo de Roma. La muestra de todo el poder de una ciudad sobre un vasto Imperio dominado hasta los mismos límites de Oriente. El Coliseo, la admiración del mundo entero en una época gloriosa para Roma; el lugar, donde leones, cristianos, gladiadores, y juegos servían de divertimento a una sociedad ufana y sabedora de su grandeza.
Para situarnos en aquella época y rememorar tiempos de gloria, lo mejor es ir a la zona del Capitolio, al Campidoglio. Desde ese plaza, accederemos a un balcón que se asoma sobre los Foros Imperiales, el lugar donde yace todo el pasado del Imperio Romano, hoy en ruinas. Desde allí podremos divisar el Circo Máximo, el Foro Romano, el de Trajano, los Templos de Saturno y la Concordia, o el Valle del Anfiteatro con el famoso Coliseo. Desde allí, podremos perder la vista hacia años de lucha, de dominación, de fastuosidad, de grandeza, y revivir en la imaginación la sociedad que tan bien nos presentaban en películas como Gladiator.
Y de fondo, tras aquel mágico paraíso cargado de Historia, el Anfiteatro Flavio, más conocido como el Coliseo, situado entre los cerros Palatino, Celio y Esquilino. Más de 50 metros de altura; casi 188 metros de diámetro por su lado mayor y 156 por el eje menor. Aún hoy, en ruinas, impresiona su elegancia.


Historia

Fue mandado construir por Vespasiano en el año 72 d.C., e inaugurado por Tito en el 80 d.C., tras celebrar una serie de fastuosas ceremonias y espectáculos que duraron 100 días. Tuvieron lugar luchas a muerte de gladiadores, peleas de animales salvajes, y la entrada fue gratuita. Casi 55.000 espectadores que entraban por 80 bocanas y que los conducían por pasillos hasta las 160 bocas de donde se llegaban a los graderíos. Este formó parte de una serie de anfiteatros que se fueron construyendo y de los que aún se conservan, aparte del romano, el del El Djem en Túnez, los de Nimes y Arles en Francia o el de Verona, al norte de Italia. Entre los siglos V y VI se prohibieron las luchas de gladiadores y de animales salvajes, y es en el siglo XIII cuando el Coliseo se convierte en fortaleza. El último espectáculo del que se tiene noticia es del año 523 bajo el rey godo Teodorico. Posteriormente el Anfiteatro, convertido en fortaleza, fue abandonado, e incluso parte de sus piedras, como la de tantos otros edificios históricos de los Foros Imperiales, se utilizaron como canteras para otros edificios más modernos. Fue a finales del siglo XIX cuando se excavó la estructura bajo la arena, y retomó la importancia que hoy día tiene.


Estructura

El interior del Coliseo tenía un ruedo central hecho de madera cubierta de arena, y bajo el que se extendía un auténtico laberinto de pasillos divididos en varios pisos, donde se encontraban las mazmorras y las jaulas de los animales. La zona de graderíos era llamada “Cávea”, dividida en tres sectores superpuestos, más un cuarto graderío de madera para los espectadores de a pie. Cada sector estaba reservado para las diferentes clases sociales. En su parte más alta, el Coliseo tiene el “Velarium”, una gran carpa que protegía a los espectadores del sol y que eran manejados por un destacamento especial de marineros de la flota de Nápoles. El “podio” es la zona donde se sentaban el emperador y los principales miembros de la sociedad romana.
Los muros exteriores están hecho de travertino, y las columnas que en ella se ven son dóricas las del primer piso, jónicas las del segundo, y corintias las del tercero. En cada una de las arcadas que se pueden ver, había una estatua representativa de emperadores y dioses.

La Plaza del Coliseo
Antiguamente, junto al Coliseo, había una gigantesca estatua de bronce dorado de más de 35 metros de altura: el Coloso de Nerón, obra del escultor Xenodoro, que representaba al emperador, y a la que, tras fallecer éste, se le sustituyó la cabeza por la del dios Sol. Junto al Coliseo Romano y el Coloso, se podía admirar el Templo de Venus dedicado a la diosa fundadora de Roma y el Arco de Constantino.



Arco de Severo Séptimo

El Arco de Séptimo Severo es un antiguo arco de triunfo que se encuentra en Roma en una extremidad del Foro Romano, a los pies de la colina del Capitolio.
Fue erigido en 203 para glorificar las victorias militares del emperador Septimio Severo y sus hijos Geta y Caracalla bajo los Partos. Es una construcción en mármol, consta de un arco principal encuadrado por dos pequeños arcos. Las fachadas están ricamente decoradas por columnas y bajorrelieves. Bajo el ático de cada fachada, está grabada una larga dedicatoria. Originalmente, las letras grabadas en huecos contenían letras en bronce hoy desaparecidas.
Una cuadriga de bronce conducida por el emperador y sus dos hijos, coronaba el arco antiguamente. Una escalera permite el acceso a la plataforma superior.
La arquitectura de este arco de triunfo servirá de inspiración para el Arco de Constantino, así como éste lo fue del Arco del triunfo de Carrusel en París.

Arco de Tito


El Arco de Tito es un arco de triunfo, situado en la Vía Sacra, justo al sudeste del Foro en Roma. Fue construido poco después de la muerte del emperador Tito (nacido en el año 41 d.C. y emperador entre los años 79 y 81 d.C.).
El Arco de Tito rememora las victorias de Tito contra los judíos. Las figuras que lo adornan se mueven entre lo real y lo divino, fundiéndose en una misma composición. En una de las escenas representadas aparece un personaje con yelmo (la diosa Roma); en otra escena aparece una “victoria”, que es un ser con alas que coloca la corona de laureles al emperador.
El arco se apoya en un podio sobre el que se encuentra el cuerpo formado por una bóveda de cañón asentada sobre dos pilares decorados con dos pares de columnas adosadas de capitel compuesto y ventanas ciegas en medio. Sobre el cuerpo se encuentra el ático, con una inscripción alusiva a Tito. A diferencia de otros arcos de triunfo como el Arco de Constantino, los relieves se concentran en las enjutas donde aparecen las Victorias que se dirigen a la clave, que destaca sobre el resto del arco. El entablamento está formado por un arquitrabe a tres bandas, un friso que representa el desfile triunfal de las legiones romanas en Jerusalén y una cornisa que soporta el ático. El intradós está decorado con casetones y a ambos lados hay representaciones de la entrada de Tito en Jerusalén, honrado por los soldados que llevan un candelabro de siete brazos.

Mercado de Trajano


El Mercado de Trajano (en latín: Mercatus Traiani) es un gran complejo de ruinas situado en la ciudad de Roma, en la Vía del Foro Imperial (en italiano: Via dei Fori Imperiali), en el lado opuesto al Coliseo. Esta área comercial de planta semicircular surgió contemporánea al Foro de Trajano al principio del siglo II, con el fin de ocupar y aguantar el corte llevado a cabo en el regazo del Monte Quirinal, que se hizo para construir esta parte de los Foros imperiales.
Fue construido entre los años 107 y 110 por Apolodoro de Damasco, que sirvió al emperador Trajano, y fue uno de los grandes arquitectos de Roma. El mercado fue uno de los puntos de Roma donde había más intercanbios de bienes, fue creado para esto ante el poco abasto que ofrecían los demás Foros. Este llegó a poseer 150 tiendas repletas de bienes y gente dispuesta a comprarlos, siendo un aporte a la economía del Imperio Romano durante el siglo II.
Durante la Edad Media el complejo fue transformado de manera considerable: se le añadieron diversos pisos, que son visibles en la actualidad, y elementos defensivos, como la Torre de las Milicias (en italiano: Torre delle Milizie), levantada en el año 1200. Más tarde se construyó un convento, el cual se derribó al principio del siglo XX con la intención de recuperar el Mercado de Trajano para la ciudad de Roma.
Los niveles superiores del mercado albergaban las oficinas, mientras que en la parte de abajo, delante del Foro de Trajano, había tiendas (en latín: tabernae) que vendían aceite, vino, pescados y mariscos, frutas y verduras y otros alimentos. Las casas medievales se construyeron en el piso superior, frente al segmento semicircular de la Vía Biberatica.
Imagen panorámica del Mercado de Trajano.









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